Tres poemas
*Alejandro Espinosa
Poema
Vino a la puerta de la noche un poema extraviado.
Le serví leche para gatos y la bebió con desesperación de vagabundo sin mirarme
Cuando iba a echarlo ya se había instalado en una parcela de mi cama
Pero mañana te largas, advertí a manera de desvarío
Cuando desperté, el poema ya se había comido un zapato
y un libro de filosofía que estaba en la cómoda
Llamé al veterinario e hice una cita porque los poemas que aparecen en la noche
son como animales silvestres
Tiene rota una pata, dijo el médico, mire las palabras de aquí,
casi se le salen,
lo tuvimos que suturar,
junto con los analgésicos suman una cantidad exorbitante de pesos
úntele mantequilla en los bigotes y póngale un nombre
este poema tiene cara de silencio, dije
y lo llevé a la casa.
Le serví leche para gatos y la bebió con desesperación de vagabundo sin mirarme
Cuando iba a echarlo ya se había instalado en una parcela de mi cama
Pero mañana te largas, advertí a manera de desvarío
Cuando desperté, el poema ya se había comido un zapato
y un libro de filosofía que estaba en la cómoda
Llamé al veterinario e hice una cita porque los poemas que aparecen en la noche
son como animales silvestres
Tiene rota una pata, dijo el médico, mire las palabras de aquí,
casi se le salen,
lo tuvimos que suturar,
junto con los analgésicos suman una cantidad exorbitante de pesos
úntele mantequilla en los bigotes y póngale un nombre
este poema tiene cara de silencio, dije
y lo llevé a la casa.
Amor
A Naomi
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Tú eres el lugar al que me llevan mis palabras
también eres lo ajeno y lo infinito
estoy condenado a ti de algún modo, lo sé sin aflicción
eres el motor de mi devoción inmóvil
voy hacia ti como el alma va al olvido
Y te tengo como el arbolito tiene al tilo.
Tocotín, mi corazón es tu sonajero.
también eres lo ajeno y lo infinito
estoy condenado a ti de algún modo, lo sé sin aflicción
eres el motor de mi devoción inmóvil
voy hacia ti como el alma va al olvido
Y te tengo como el arbolito tiene al tilo.
Tocotín, mi corazón es tu sonajero.
Astrobiología
En otras galaxias los pájaros escriben poesía
la conjuran para decir mentiras
parados en semáforos cantan
desde sus planetas
Probablemente su base no sea de carbono
Y sus imágenes alcancen otras ensoñaciones
Quizá cuando las estrellas se mueren
Ellos no cierran los ojos
la conjuran para decir mentiras
parados en semáforos cantan
desde sus planetas
Probablemente su base no sea de carbono
Y sus imágenes alcancen otras ensoñaciones
Quizá cuando las estrellas se mueren
Ellos no cierran los ojos
*Alejandro Espinosa nació en la Ciudad de México, estudió Letras en la UNAM y es profesor, editor y autor de poemas, cuentos y microficciones. Ha publicado Pagafantas (2014) y De la holgazanería como oficio (2015)