Una noche desconocida
Leandro Múnera Gutiérrez*
El hombre ha hecho uso de todo recurso que ha encontrado en la naturaleza,
y sigue insatisfecho.
Es insaciable, y al parecer se cansa de ser repetitivo.
Entonces crea nuevas flores, nuevos animales, nuevos alimentos,
nuevas excusas para ir de viaje a algún lugar, que inventará para que también
sea nuevo, y conocer a alguien nuevo con quien tener un nuevo romance (o guerra);
pero todo lo nuevo que crea es artificial.
Y esa es su paz,
ese su consuelo (su cruz, su calvario); un nombre también artificial
que lleva en el gafete, en la cédula.
Así entonces promueve la educación, la política, la religión, la moral...
Pero estamos tan distraídos “memeando” y no nos importa;
de hacerlo nos daría miedo, como miedo nos da reír ya;
el miedo nos gobierna aunque sepamos que también es artificial,
y de miedo nos encerramos en nuestra fortaleza hecha de paja
como nos dijeron que lo hiciéramos,
porque ya hacemos lo que nos dicen y decimos lo que quieren que digamos,
tenemos libertad artificial.
Son las ocho de la noche.
Durmamos ya, quienes nos vigilan lo ordenan,
están cansados de (no)vernos despiertos.
y sigue insatisfecho.
Es insaciable, y al parecer se cansa de ser repetitivo.
Entonces crea nuevas flores, nuevos animales, nuevos alimentos,
nuevas excusas para ir de viaje a algún lugar, que inventará para que también
sea nuevo, y conocer a alguien nuevo con quien tener un nuevo romance (o guerra);
pero todo lo nuevo que crea es artificial.
Y esa es su paz,
ese su consuelo (su cruz, su calvario); un nombre también artificial
que lleva en el gafete, en la cédula.
Así entonces promueve la educación, la política, la religión, la moral...
Pero estamos tan distraídos “memeando” y no nos importa;
de hacerlo nos daría miedo, como miedo nos da reír ya;
el miedo nos gobierna aunque sepamos que también es artificial,
y de miedo nos encerramos en nuestra fortaleza hecha de paja
como nos dijeron que lo hiciéramos,
porque ya hacemos lo que nos dicen y decimos lo que quieren que digamos,
tenemos libertad artificial.
Son las ocho de la noche.
Durmamos ya, quienes nos vigilan lo ordenan,
están cansados de (no)vernos despiertos.
*Leandro Múnera Gutiérrez (Yarumal, 1981). Licenciado en lengua castellana de la U. de A. Tallerista literario en Santa Rosa de Osos. Ha publicado seis antologías como fruto de su trabajo. Sus textos han sido publicados en algunos medios impresos y virtuales a nivel local, nacional e internacional. Ha compartido sus textos en varios festivales de poesía a través de lecturas, canciones, poesía visual y sonora. Recientemente publicó tres fanzines —de cuarenta y uno— de su sencillo 23 EN EL CEL (Edición independiente, 2018). Su primer libro Con los ojos abiertos fue publicado bajo el sello de Fallidos Editores en junio de 2018.