Crónica del cuerpo
Marina Bathory
Las paredes son cálidas
Gracias al fuego de nuestros dedos. Puedo cerrar los ojos Pero es más excitante ver las estrellas Nadando en tu mirada. Siento ese jugueteo indiscreto De tus manos en mis pechos Es tiempo de arrancar el placer De tus labios. Dame el ritmo con tus dedos Deslízate en la entrepierna Mientras que yo rasgaré Los versos de tu dorso. |