El circo
Mar Madariaga
Donde siempre nadamos
junto al río acampó el circo anoche los caballos los osos vendrán a beber agua donde siempre nadamos. Puede ser que los tigres se remojen las rayas en donde los clavados son más hondos puede ser que los magos hagan encantamientos para que los enanos caminen sobre el agua con las patinadoras y sus aros de cintas. Puede ser que este árbol que abraza las fogatas a la orilla del río en la noche se pueble de hombres emplumados y mujeres de arena puede ser que se pinten la cara con la leche de la luna de campo sobre el río. Puede ser que al marcharse el circo deje piedras con forma de animales en el fondo del río donde nadamos puede ser que los niños que inflen más los pulmones y consigan sacarlas sean desde ese día para siempre trapecistas sin miedo domadores de leones hombres-chicle de nudos imposibles que comen el helado con los pies en la nuca. Puede ser que en un año cuando regrese el circo lo esperemos inquietos donde nadamos siempre con nuestros utensilios ropa papel de carta listos para la gira del verano. |