Vértigo de trapecio
Fausto Leyva
I
Ella siempre decía
“algún día iremos al circo”
hablaba de lo hermoso
de ver volar
al trapecista
y los nervios de acero
del lanza cuchillos
de lo cautivadora que resulta
la saltimbanqui
su extrañeza por el hombre del cañón
y la mujer barbuda
hasta la tristeza del payaso
describía con gran cariño
II
no conozco un circo
ella me hizo creerlo fantástico
casi mítico
bastaba con escucharle
verla vivir circense
unos días maga
otros payasa
muchos mujer de acero
a veces bala
siempre agradecí a la contorsionista
tan desnuda
tan cadenciosa
tan ella
III
un mal día
fue traga espadas
lanza fuego
se hartó
en un último acto
hizo magia
desapareció
ya no la encontré
IV
hoy tengo un circo
un espectáculo errabundo
vértigo de trapecio
en caída libre
cada salto
lleno nervios trozados
duermo sobre clavos
vidrios
y ausencia
lanzo botellas
piedras
y gritos
soy un tragafuegos del silencio
un equilibrista ebrio
siempre vestido
con la piche tristeza del payaso
V
Ella siempre decía
“algún día iremos al circo”
y sigo aquí
esperando.
Ella siempre decía
“algún día iremos al circo”
hablaba de lo hermoso
de ver volar
al trapecista
y los nervios de acero
del lanza cuchillos
de lo cautivadora que resulta
la saltimbanqui
su extrañeza por el hombre del cañón
y la mujer barbuda
hasta la tristeza del payaso
describía con gran cariño
II
no conozco un circo
ella me hizo creerlo fantástico
casi mítico
bastaba con escucharle
verla vivir circense
unos días maga
otros payasa
muchos mujer de acero
a veces bala
siempre agradecí a la contorsionista
tan desnuda
tan cadenciosa
tan ella
III
un mal día
fue traga espadas
lanza fuego
se hartó
en un último acto
hizo magia
desapareció
ya no la encontré
IV
hoy tengo un circo
un espectáculo errabundo
vértigo de trapecio
en caída libre
cada salto
lleno nervios trozados
duermo sobre clavos
vidrios
y ausencia
lanzo botellas
piedras
y gritos
soy un tragafuegos del silencio
un equilibrista ebrio
siempre vestido
con la piche tristeza del payaso
V
Ella siempre decía
“algún día iremos al circo”
y sigo aquí
esperando.