Confesiones de un trastornado
Fausto Leyva
Toda ella
Ella quería saber qué era la poesía
quizás era el capricho de sus labios esa mirada furtiva que prendía cada rincón la hipérbole de sus nalgas sus manos inquietas en mi sexo aquel lenguaje lascivo su andar de ritmo roto incluso su forma de desaparecer creo que ahí había algo de poesía en los escombros que nos restan en toda ella… me hubiera encantado decírselo |
Tormenta
hay una tormenta del otro lado de la ventana
un tromba nocturna
estridente
parece que un rayo quiere entrar
destrozarlo todo
pero aquí dentro
ya casi no hay qué romper
no tengo miedo a la tempestad
me resulta maravillosa esta forma en que se deja caer el cielo
y pienso en aquella mujer
recuerdo cuando le dije que me gustan las cosas que caen
fue en medio de un diluvio
me tomó de la mano
y nos volvimos parte del desastre
la sentí hacerse líquida a mi lado
sonreímos y dejamos que se nos limpiara el alma
caminamos más pegados que nunca
como un sólo latido
un trueno
un relámpago
en tiempos de lluvia
siempre fue mejor quedarse en cama
y mojarnos entre las sábanas a lengüetazos
o buscar en la calle un rincón seco
donde nadie nos viera
y entregar un abrazo prolongado
besos que vagaban hasta el cuello
y se volvían mordisco
caricia en la entrepierna
humedad tibia
suspiro nublado
orgasmo fluvial
fuimos parte del desastre
esta noche está lloviendo
se me encharcó la tristeza
entró el rayo desbaratarme la memoria
y ahora tengo miedo de salir a buscarla
un tromba nocturna
estridente
parece que un rayo quiere entrar
destrozarlo todo
pero aquí dentro
ya casi no hay qué romper
no tengo miedo a la tempestad
me resulta maravillosa esta forma en que se deja caer el cielo
y pienso en aquella mujer
recuerdo cuando le dije que me gustan las cosas que caen
fue en medio de un diluvio
me tomó de la mano
y nos volvimos parte del desastre
la sentí hacerse líquida a mi lado
sonreímos y dejamos que se nos limpiara el alma
caminamos más pegados que nunca
como un sólo latido
un trueno
un relámpago
en tiempos de lluvia
siempre fue mejor quedarse en cama
y mojarnos entre las sábanas a lengüetazos
o buscar en la calle un rincón seco
donde nadie nos viera
y entregar un abrazo prolongado
besos que vagaban hasta el cuello
y se volvían mordisco
caricia en la entrepierna
humedad tibia
suspiro nublado
orgasmo fluvial
fuimos parte del desastre
esta noche está lloviendo
se me encharcó la tristeza
entró el rayo desbaratarme la memoria
y ahora tengo miedo de salir a buscarla
Batalla
Ella tiene un gemido casi mudo
tierno
tan débil que el silencio se vuelve aire
me aferro a su cabellera
lamento dulce y tenso
pasmoso
apenas un rumor
libo su pecho
ríe cautelosa
muerdo
rasguño
empujo con toda mala intensión
quiero fracturar la paz de sus labios
sólo un suspiro
nada más
quizá tiene miedo a ser escuchada
pero la veo y es toda ella
un orgasmo afónico que puede reventar toda la carne
quizá sus batallas las libra así
en silencio
y me gustó esa forma de perder.
tierno
tan débil que el silencio se vuelve aire
me aferro a su cabellera
lamento dulce y tenso
pasmoso
apenas un rumor
libo su pecho
ríe cautelosa
muerdo
rasguño
empujo con toda mala intensión
quiero fracturar la paz de sus labios
sólo un suspiro
nada más
quizá tiene miedo a ser escuchada
pero la veo y es toda ella
un orgasmo afónico que puede reventar toda la carne
quizá sus batallas las libra así
en silencio
y me gustó esa forma de perder.
Pasando la puerta
Pasando la puerta
nos espera el vacío
un hueco en los ojos
tenemos nombre y hambre
trabajo
hastío
horarios
soledad
Pasando la puerta
ya no hay fricción de cuerpos
dilatación de alma
física malintencionada
angustia de quitarnos la sombra
de sabernos incorrectos
lámpara hotelera
luz neón de necesitados corazones prohibidos
Pasando la puerta
dejamos de ser carne y jadeo
deslumbre de epidermis divina
sexo primitivo
sábana áspera
la gravedad de tu cadera
mi verga en succión de tus ansias
tensión de muslos
jalón de cráneo
implosión orgásmica
Amiga mía
pasando la puerta
nos resta el miedo
la rutina
una vida entera
y esta sonrisa
nos espera el vacío
un hueco en los ojos
tenemos nombre y hambre
trabajo
hastío
horarios
soledad
Pasando la puerta
ya no hay fricción de cuerpos
dilatación de alma
física malintencionada
angustia de quitarnos la sombra
de sabernos incorrectos
lámpara hotelera
luz neón de necesitados corazones prohibidos
Pasando la puerta
dejamos de ser carne y jadeo
deslumbre de epidermis divina
sexo primitivo
sábana áspera
la gravedad de tu cadera
mi verga en succión de tus ansias
tensión de muslos
jalón de cráneo
implosión orgásmica
Amiga mía
pasando la puerta
nos resta el miedo
la rutina
una vida entera
y esta sonrisa