Dos poemas*
Ernesto Tancovich**
cine piojo
el de mameluco gris que acaba de cortar el precinto
de un paquete de multilaminado fenólico
no sabe
el cliente que examina las placas de multilaminado fenólico
pensando en el trabajo que deberá hacer
no sabe
la chica de gorra con visera
que detiene su carrito en el umbral del depósito de laminados
por si alguno quiere té café mate cocido alfajores de maicena
tampoco sabe
yo sí
yo sé que la pared del fondo del depósito de laminados
enmarcada en esos ornamentos ruinosos que acumulan polvo
fue en otro tiempo un mundo
cuadrado
blanco
hoja de virginidad perpetuamente restaurada
siempre lista
para una nueva escritura
allí emergió de las aguas cenagosas el monstruo de la laguna
goteó sangre sobre el nombre maldito
fue baleado edward robinson entre cordajes de puerto
allí
de izquierda a derecha he visto irrumpir la indiada ululante
emplumada, colorida
melenas al viento, lanza en ristre, caballos pardos
corcoveantes
y desde la derecha en corceles blancos
disciplinados
a remolque de clarinadas, winchester en mano, bandera al viento
los uniformes azules
del séptimo de caballería
y el encontronazo
los relinchos, los gritos, las detonaciones
el revoltijo de hombres y bestias
parados en las butacas de madera los chicos
aullaban jubilosos
yo
único en saber que los buenos venían por la izquierda
y serían fatalmente vencidos
permanecía sentado
en silencio
clandestino
esperando que la tormenta pasara
sufría por saber lo que ellos no sabían
los envidiaba
y en lo posible evitaba las de indios
de un paquete de multilaminado fenólico
no sabe
el cliente que examina las placas de multilaminado fenólico
pensando en el trabajo que deberá hacer
no sabe
la chica de gorra con visera
que detiene su carrito en el umbral del depósito de laminados
por si alguno quiere té café mate cocido alfajores de maicena
tampoco sabe
yo sí
yo sé que la pared del fondo del depósito de laminados
enmarcada en esos ornamentos ruinosos que acumulan polvo
fue en otro tiempo un mundo
cuadrado
blanco
hoja de virginidad perpetuamente restaurada
siempre lista
para una nueva escritura
allí emergió de las aguas cenagosas el monstruo de la laguna
goteó sangre sobre el nombre maldito
fue baleado edward robinson entre cordajes de puerto
allí
de izquierda a derecha he visto irrumpir la indiada ululante
emplumada, colorida
melenas al viento, lanza en ristre, caballos pardos
corcoveantes
y desde la derecha en corceles blancos
disciplinados
a remolque de clarinadas, winchester en mano, bandera al viento
los uniformes azules
del séptimo de caballería
y el encontronazo
los relinchos, los gritos, las detonaciones
el revoltijo de hombres y bestias
parados en las butacas de madera los chicos
aullaban jubilosos
yo
único en saber que los buenos venían por la izquierda
y serían fatalmente vencidos
permanecía sentado
en silencio
clandestino
esperando que la tormenta pasara
sufría por saber lo que ellos no sabían
los envidiaba
y en lo posible evitaba las de indios
Por la mitre
el mundo evoca una luz de años verdes
el tiempo
cede sus vestiduras
de pronto munro
deja ir el pavimento, los semáforos, los carteles
los autos vuelven al futuro
y la mitre a ser de tierra
polvorienta
atormentada de huellones
finucho, menta, manzanilla
proliferan en la zanja
el supermercado se desvanece
abriendo a la vista
plantíos de maíz
crecen molinos de viento, álamos en hilera
y silencio de las dos de la tarde
por ahí caminamos abuelo y yo
bajo el sol inclemente o benefactor
de un incipiente verano
los veo acercarse
él lleva una bolsa de arpillera, mordisquea
medio toscano avanti apagado
vamos de nuevo
como si nada hubiera pasado
a juntar bosta de caballo
para la tomatera o el surco de las papas
el tiempo
cede sus vestiduras
de pronto munro
deja ir el pavimento, los semáforos, los carteles
los autos vuelven al futuro
y la mitre a ser de tierra
polvorienta
atormentada de huellones
finucho, menta, manzanilla
proliferan en la zanja
el supermercado se desvanece
abriendo a la vista
plantíos de maíz
crecen molinos de viento, álamos en hilera
y silencio de las dos de la tarde
por ahí caminamos abuelo y yo
bajo el sol inclemente o benefactor
de un incipiente verano
los veo acercarse
él lleva una bolsa de arpillera, mordisquea
medio toscano avanti apagado
vamos de nuevo
como si nada hubiera pasado
a juntar bosta de caballo
para la tomatera o el surco de las papas
*Los poemas pertenecen a El niño stalinista (inédito) Finalista y mención en el Premio Provincia de Córdoba 2016 (Argentina).
**(Argentina, 1945) Autor novel y cuasi póstumo. Incorregible participante de concursos prestigiosos, sospechosos y fraudulentos, lo que le ha valido unas cuantas distinciones, entre elllas: finalista y mención Premio Provincia de Córdoba (poesía) por El niño stalinista. Finalista y mención XIII Concurso Universidad Bonaventuriana de Cali por Las playas del tiempo (narrativa). Publicó en Letras del Sur, Pedes in Terra, Los heraldos negros, Papeles de Mancuspia, Monociclo y, frecuentemente, en Revista Monolito.