El fin del asombro
Diego Alba*
En medio de la plaza de esta ciudad, se materializó, de la nada, un ángel celestial. Su increíble blancura contrastaba con el paisaje gris mugriento. Permaneció parado en el centro, estático, observando con incredulidad la decadencia de nuestra sociedad.
Desde lo alto de su figura, buscaba un ser que mereciera ser salvado del inminente final. Una multitud se congregó a su alrededor. Miraban fascinados las extraordinarias alas, su rostro como de porcelana.
Luego de algunos momentos, un sujeto rompió a aplaudir y otros lo imitaron, algunos arrojaban dinero a sus pies.
La situación se normalizó cuando el guardián del parque le explicó que debía irse, que estaba prohibido hacer su acto allí.
Desde lo alto de su figura, buscaba un ser que mereciera ser salvado del inminente final. Una multitud se congregó a su alrededor. Miraban fascinados las extraordinarias alas, su rostro como de porcelana.
Luego de algunos momentos, un sujeto rompió a aplaudir y otros lo imitaron, algunos arrojaban dinero a sus pies.
La situación se normalizó cuando el guardián del parque le explicó que debía irse, que estaba prohibido hacer su acto allí.
Diego Alba es un novel escritor argentino residente en la localidad de Ciudad Evita, en el Gran Buenos Aires. Desarrolla su obra creativa principalmente en la modalidad del microrrelato, relato breve o minicuento valiéndose del absurdo, el humor, la ironía y la sorpresa para impactar al lector en menos de doscientas cincuenta palabras. Ha concursado en certámenes del género en diversos países de habla hispana y colabora asiduamente con publicaciones en España, México, Estados Unidos y Costa Rica. Publica el blog Historias de dos minutos (https://h2minutos.blogspot.com.ar ).