Gordita
Alma Santiago
Se enciende la parrilla; el desfile comienza.
Te dejo caer al fondo del comal
y, sensual, danzas entre el aceite.
Ansío tu sabor.
Te toco una y otra vez;
tu figura bronceada se expande.
Imagino lo suculenta que serás a mi lengua.
Balancea ese curvado cuerpo. Sigue bailando,
para colocarte, con el ámbar de mis dedos,
la cebolla: flor de amor fragante, que he juntado para ti.
Ruborízate.
En tanto, te acomodaré en una posición perfecta.
Mis labios enardecidos comienzan a morderte.
Dejo que mi lengua se transforme
en el artefacto de placer que disfruta
tu llegada.
Te dejo caer al fondo del comal
y, sensual, danzas entre el aceite.
Ansío tu sabor.
Te toco una y otra vez;
tu figura bronceada se expande.
Imagino lo suculenta que serás a mi lengua.
Balancea ese curvado cuerpo. Sigue bailando,
para colocarte, con el ámbar de mis dedos,
la cebolla: flor de amor fragante, que he juntado para ti.
Ruborízate.
En tanto, te acomodaré en una posición perfecta.
Mis labios enardecidos comienzan a morderte.
Dejo que mi lengua se transforme
en el artefacto de placer que disfruta
tu llegada.