Isabella
Rosina Conde
para mi nieta adorada
Tengo un nuevo amor
con aroma de café recién cortado,
de lirio con rocío de madrugada,
y ternura de bebé.
Este nuevo amor, óiganme todos,
tiene risa cristalina
una fuerza que vence la ignominia
y mira con desdén al poderoso.
Este nuevo amor
me besa con ternura tibia en la mirada
gestos de asombro inagotables
y tequieros cosquilleantes.
Este nuevo amor me inyecta ganas de vivir y de contarles
que no importan el azote de las olas
ni el rugido de las bestias,
pues su presencia es más grande que el destino
y más ardiente que el fuego de Hestia.
con aroma de café recién cortado,
de lirio con rocío de madrugada,
y ternura de bebé.
Este nuevo amor, óiganme todos,
tiene risa cristalina
una fuerza que vence la ignominia
y mira con desdén al poderoso.
Este nuevo amor
me besa con ternura tibia en la mirada
gestos de asombro inagotables
y tequieros cosquilleantes.
Este nuevo amor me inyecta ganas de vivir y de contarles
que no importan el azote de las olas
ni el rugido de las bestias,
pues su presencia es más grande que el destino
y más ardiente que el fuego de Hestia.