No estoy listo
Fausto Leyva
Mis mejores días
se han perdido
ni respeto
ni miedo
ni asombro
todo aquel esplendor
se han esfumado
la gloria de ser
el mejor
el único
el poderoso
el rey
el gran felino
el LEÓN
se me ha escapado de entre las garras
no sé qué le ven de bello a la libertad
ustedes que tanto la defienden
por qué no se van a la mitad de la nada
vivan con lo que sus manos puedan alcanzar
no es tan fácil
acá en la selva
el mono
la cebra
y la jirafa
se burlan de mí
otros igual que yo
me han dejado lastimada la carne
me han perseguido sin descanso
las leonas me niegan su cariño
por más que les camino en dos patas
vengan
prueben mi suerte
ya verán si aguantan
que los envistan
que los piquen
que los muerdan
porque hasta los perros que ríen
y los puercos
muerden
¡malditos puercos!
los extraño
hechos pedazos
limpios de sangre
sin que berreen a la primera mordida
allá en el circo
la cosa era fácil
bastaba con un latigazo
pa hacer mi gracia
diez minutos de trabajo diarios
y la cerne
y el techo
nunca faltaban
¡carajo!
yo no pedí esta “libertad”
esta utopía
es para los locos
para los dispuestos a todo
me encuentro lejos de ello
acúsenme de ingenuo
pero no estoy listo para tanto
escuchen este rugido
la libertad no se regala
se desea
se construye
se trabaja
se piensa
y sobre todo
se comprende
¡vaya!
que mal se escucha todo esto
quizá por eso estoy aquí
con hambre
sin conquistar el gran sueño
pero yo
por desgracia
no estoy listo para tanto.
se han perdido
ni respeto
ni miedo
ni asombro
todo aquel esplendor
se han esfumado
la gloria de ser
el mejor
el único
el poderoso
el rey
el gran felino
el LEÓN
se me ha escapado de entre las garras
no sé qué le ven de bello a la libertad
ustedes que tanto la defienden
por qué no se van a la mitad de la nada
vivan con lo que sus manos puedan alcanzar
no es tan fácil
acá en la selva
el mono
la cebra
y la jirafa
se burlan de mí
otros igual que yo
me han dejado lastimada la carne
me han perseguido sin descanso
las leonas me niegan su cariño
por más que les camino en dos patas
vengan
prueben mi suerte
ya verán si aguantan
que los envistan
que los piquen
que los muerdan
porque hasta los perros que ríen
y los puercos
muerden
¡malditos puercos!
los extraño
hechos pedazos
limpios de sangre
sin que berreen a la primera mordida
allá en el circo
la cosa era fácil
bastaba con un latigazo
pa hacer mi gracia
diez minutos de trabajo diarios
y la cerne
y el techo
nunca faltaban
¡carajo!
yo no pedí esta “libertad”
esta utopía
es para los locos
para los dispuestos a todo
me encuentro lejos de ello
acúsenme de ingenuo
pero no estoy listo para tanto
escuchen este rugido
la libertad no se regala
se desea
se construye
se trabaja
se piensa
y sobre todo
se comprende
¡vaya!
que mal se escucha todo esto
quizá por eso estoy aquí
con hambre
sin conquistar el gran sueño
pero yo
por desgracia
no estoy listo para tanto.