Tú y los cuatro patas
Rolando Robles Figueroa*
Me veo por los gatos de tus gestos
de amables huraños
garras de hambres y pelos agrestes.
Por los suaves bigotes de tus palabras
el áspero maúllo del silencio.
Me veo en el almuerzo de tu sonrisa,
en las tortas¹ largas del abrazo cuando cumples años;
en las uñas de la alfombra
cuando palpo las mandíbulas de quien suelta sus huellas
y tus mordiscos buscan el habla, la lengua del rugido.
Después me siento en el intenso horizonte del orín
en cuyo territorio insisto ser de nadie
amo y señor, en un instante, de inmensas estrellas.
Todo es comer y dormir. Lamidos y bostezos.
de amables huraños
garras de hambres y pelos agrestes.
Por los suaves bigotes de tus palabras
el áspero maúllo del silencio.
Me veo en el almuerzo de tu sonrisa,
en las tortas¹ largas del abrazo cuando cumples años;
en las uñas de la alfombra
cuando palpo las mandíbulas de quien suelta sus huellas
y tus mordiscos buscan el habla, la lengua del rugido.
Después me siento en el intenso horizonte del orín
en cuyo territorio insisto ser de nadie
amo y señor, en un instante, de inmensas estrellas.
Todo es comer y dormir. Lamidos y bostezos.
¹Así se le llama en Argentina, al pastel.
*Poeta, fotógrafo y aficionado del ajedrez. Es mexicano y reside en Argentina desde 2017. Amante de los gatos desde que su esposa le enseñó la convivencia con ellos.