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Una de vaqueros
Timothy
Cuento de Birgid O´Shaughnessy
Ernesto Tancovich
Daba de comer a las gallinas cuando oyó ladrar los perros del viejo Edwin. “Alguien viene”, pensó, suspendiendo la tarea, expectante. La mirada ascendió por el camino para clavarse en lo alto de la colina y quedar allí, en espera. A poco surgió tras la arboleda la figura inconfundible de Jones. Años de repartir cartas lo habían hecho uno con la bicicleta. El centauro mecánico, gustaba bromear a veces, para sí, Mrs. Duggan. Pero ahora otro pensamiento la ocupaba. “Carta”, se dijo, en un brinco del corazón. “Carta de Timothy”.
Tierra astral
Diana Soliz
Siempre que tenía la oportunidad, la chica contemplaba la isla a través de los enormes ventanales de la sala. Desde la cima del cerro en el que vivía, se preguntaba inquieta qué habría en ella.
—¿Los botes van a esa isla? —le preguntó un día a su padre, estando ambos en la sala.
—No —respondió él con indiferencia, y alzó más el celular para que lo ocultara de la curiosidad de su hija.
—¿Por qué? —cuestionó ella.
—Por alguna razón las aguas que rodean la isla siempre se hallan agitadas como las de una tormenta, por lo que ningún bote tiene permitido ir.
—Hmm...
En silencio, el padre siguió jugando con su celular y la chica siguió observando la isla.
—¿Los botes van a esa isla? —le preguntó un día a su padre, estando ambos en la sala.
—No —respondió él con indiferencia, y alzó más el celular para que lo ocultara de la curiosidad de su hija.
—¿Por qué? —cuestionó ella.
—Por alguna razón las aguas que rodean la isla siempre se hallan agitadas como las de una tormenta, por lo que ningún bote tiene permitido ir.
—Hmm...
En silencio, el padre siguió jugando con su celular y la chica siguió observando la isla.
La muerte chiquita
Antes de tu partida
Cloe Mirenda
Tejeré la mochila para tu viaje
hacia lo desconocido.
Estará hecha del calor de los abrazos,
bordada de risas matutinas.
Pondré ahí mis susurros nocturnos
atados a los reflejos de tus ojos.
hacia lo desconocido.
Estará hecha del calor de los abrazos,
bordada de risas matutinas.
Pondré ahí mis susurros nocturnos
atados a los reflejos de tus ojos.
Nuevas formas
Cloe Mirenda
No es anhelo de posesión,
es verte dormido entre mis sábanas,
desear los misterios
de tu mente inquieta.
Preguntas que saben todo
hablan más que las respuestas
derramadas en el aire frío
que precede la despedida.
es verte dormido entre mis sábanas,
desear los misterios
de tu mente inquieta.
Preguntas que saben todo
hablan más que las respuestas
derramadas en el aire frío
que precede la despedida.
Breve óleo de Trujillo después del huayco
Manuel Raí Avalos Julian
Un cuerpo desnudo sin ninguna máscara
yace en el suelo
mientras la lluvia cae
cubre el rocío con su vestido fresco
los árboles límpidos
y las verdes plantas
yace en el suelo
mientras la lluvia cae
cubre el rocío con su vestido fresco
los árboles límpidos
y las verdes plantas
Enamoramiento
Guerrero Zidai
Advertí tu presencia
desde el preciso instante
en que entraste descalza
y liberaste tu feroz pubis
en el pasillo.
No lo tomes a mal
pero hoy no estoy
para visitas.
desde el preciso instante
en que entraste descalza
y liberaste tu feroz pubis
en el pasillo.
No lo tomes a mal
pero hoy no estoy
para visitas.
Transitorio
Pedro Mota
Por ahora soy:
las horas en desorden,
los audífonos a tope,
los sueños sin noche,
las mañanas eternas,
la ausencia de apetito,
los papeles en el suelo,
las sabanas revueltas,
las horas en desorden,
los audífonos a tope,
los sueños sin noche,
las mañanas eternas,
la ausencia de apetito,
los papeles en el suelo,
las sabanas revueltas,
No vino / Equipaje de mano
Pedro Mota
Elegí de mi cava
una ilusión añeja
para beberla contigo
que iba a saber tu alma
de cuerpo,
de textura,
de ligereza,
de suavidad,
una ilusión añeja
para beberla contigo
que iba a saber tu alma
de cuerpo,
de textura,
de ligereza,
de suavidad,
Amor a la humanidad
Rusvelt Julián Nivia Castellanos
Son expresiones agudas;
nosotros fríos con esta aspereza,
no avistamos el nuevo aura,
olvidamos a los niños en la intemperie.
Cambio, debemos con nuestras manos juntas.
nosotros fríos con esta aspereza,
no avistamos el nuevo aura,
olvidamos a los niños en la intemperie.
Cambio, debemos con nuestras manos juntas.
Madre María
Rusvelt Julián Nivia Castellanos
La belleza se consagra;
impoluta, maravillosa,
retoñece entera por el sacrificio,
va forjándose con adoraciones humanas.
A oda de salvación, reluce esta sagrada,
nos da la confianza ante la tribulación,
junto a su salvaguardia trasegamos paisajes.
impoluta, maravillosa,
retoñece entera por el sacrificio,
va forjándose con adoraciones humanas.
A oda de salvación, reluce esta sagrada,
nos da la confianza ante la tribulación,
junto a su salvaguardia trasegamos paisajes.
Trayectorias
Iliana Rodríguez
Era un lugar
en medio del mundo.
Junto a la vía del tren
abandonada,
una otra yo
—que antes fui--
te atisba
entre la niebla
y los volcanes.
en medio del mundo.
Junto a la vía del tren
abandonada,
una otra yo
—que antes fui--
te atisba
entre la niebla
y los volcanes.
Coincidencia
Germán Solórzano
Te recuerdo, sí,
te he buscado tanto,
en el ocaso
bajo las rodajas de horizonte
en el sol bajo del sol que fue bajo la luna.
Te recuerdo, sí,
como el agua recuerda esas gotas que una vez llovieron.
te he buscado tanto,
en el ocaso
bajo las rodajas de horizonte
en el sol bajo del sol que fue bajo la luna.
Te recuerdo, sí,
como el agua recuerda esas gotas que una vez llovieron.
Lo que dicen
Germán Solórzano
El amor,
dicen muchos, cursi,
eleva párpados
en las tormentas
danza hojarasca en la ventisca de los hombres
convierte latidos en heliocéntricas palpitaciones
gotas de rocío en perlas luminosas:
eternidad en silencio
todo lo largo de los aires.
dicen muchos, cursi,
eleva párpados
en las tormentas
danza hojarasca en la ventisca de los hombres
convierte latidos en heliocéntricas palpitaciones
gotas de rocío en perlas luminosas:
eternidad en silencio
todo lo largo de los aires.
Si durmiera contigo
Germán Solórzano
¿Y si durmiera contigo?
¿Me besarías el insomnio
harías cosquillas en mis sueños
me abrazarías el amor
danzarías siquiera sobre mi dorso
me moldearías aves en el cabello
esconderías tus pétalos en mi semblante
me bordarías crisoles a los párpados que llevo puestos
¿Me besarías el insomnio
harías cosquillas en mis sueños
me abrazarías el amor
danzarías siquiera sobre mi dorso
me moldearías aves en el cabello
esconderías tus pétalos en mi semblante
me bordarías crisoles a los párpados que llevo puestos
Tiene su chiste
500
Perro Rabioso
Tengo quinientos pesos en la cartera. Es todo lo que tengo, en las manos correctas y manos equivocadas puede ser una gran suma, pero yo no creo eso, yo solo me repito constantemente que tengo o bueno, debo de tener quinientos pesos en mi cartera.
Pienso en esos quinientos pesos mientras muevo constantemente mi cabeza, de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, de arriba abajo, de abajo a arriba. Tratando de que se me quite este mareo, tratando de recobrar el aliento y los sentidos. Han pasado dos horas desde el último trago.
Pienso en esos quinientos pesos mientras muevo constantemente mi cabeza, de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, de arriba abajo, de abajo a arriba. Tratando de que se me quite este mareo, tratando de recobrar el aliento y los sentidos. Han pasado dos horas desde el último trago.
Erotikón
Manuel Sauceverde
Cuando Julio César terminó de leer el último poema, lanzó un hondo suspiro para desahogar el incendio dentro de él: al combinarse con el oxígeno y algunas partículas de papiro suspendidas en el aire se produjo una súbita chispa.
Jaimito
Manuel Sauceverde
Aunque la fayuca era una ganga, miré de nuevo la etiqueta del producto: Hecho en la Tierra. Sin afligirme demasiado, preferí comprar el inodoro en el nuevo centro comercial. Lo barato sale caro, sentencié como si lo hubiese hecho mi abuelo.